¡Stop invasoras!
¡Nueva actividad online! Ayuda a Lutra, la simpática nutria, a recuperar el embalse donde vive, al que han llegado un montón de especies exóticas invasoras.
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Año de inicio:
2021
Año de finalización:
Entidades:
CISE - PNSG
Financiación:
Comunidad de Madrid - Parque Nacional
Programas:
Los efectos del cambio climático pueden ser difíciles de observar y, por tanto, muy complicados de predecir. En la actualidad, los estudios sobre migración de aves proporcionan algunos de los ejemplos más claros y evidentes de los efectos del cambio climático. En 1749 Carlos Linneo organizó el registro de la llegada de seis especies de aves a Finlandia (cuco común, vencejo común, alondra común, golondrina común, lavandera blanca y pinzón vulgar) siendo la serie fenológica más larga, ya que continúa desde entonces (Cano, 2016). En España, la serie fenológica más larga conocida se localiza en Tortosa con registros sobre la llegada de la golondrina desde 1908 (Gordo y Sanz, 2005).
La fenología de las aves migratorias en un entorno como el macizo de Peñalara, puede servir como una poderosa herramienta para la detectar los efectos del cambio climático en los registros de fenómenos biológicos, de una manera sencilla y precisa (Cano y Cano, 2016). Los estudios fenológicos son esenciales como parte de la estrategia nacional de lucha contra el cambio climático.
Las aves migratorias se encuentran bajo una intensa selección debido, en primer lugar, a que los individuos que más temprano llegan tienen más posibilidades de encontrar territorio, emparejarse y reproducirse con éxito que los ejemplares que lo hacen más tarde y, en segundo lugar, porque las aves migratorias de larga distancia dependen en gran medida del grado de sincronización entre el periodo de migración y el de los ciclos biológicos de las plantas y animales de los que dependen. Si alguno de esos factores cambia entonces la estrategia migratoria podría llegar a no ser viable.
Para evaluar las variaciones en la fenología de aves en el Macizo de Peñalara se han elegido 6 especies de aves comunes, entre las que hay 3 especies de aves migratorias reproductoras en el parque y 3 especies de aves invernantes. Dentro de estos dos grupos, se han considerado especies estivales fácilmente detectables y relativamente abundantes y especies invernantes con presencia en pinar y en zonas altas de matorral y pastos:
Los vigilantes del Macizo de Peñalara son los responsables de cumplimentar las fichas para la recogida de datos sobre las variaciones en la fenología de aves. Los vigilantes cumplimentan una ficha por año para las siete especies elegidas. En el caso de las estivales, reflejan todos los contactos que tienen con las especies elegidas, estando especialmente atentos a partir del mes de marzo hasta el otoño. Para las especies invernantes, se reflejan igualmente todos los contactos, prestando atención desde principios de otoño hasta la llegada de la primavera. La unidad de medida es el nº de días que la especie permanece en el macizo de Peñalara durante el año.
Aunque la serie recopilada en el macizo de Peñalara, solo lleva funcionando desde el año 2021, no teniendo conclusiones significativas hasta el momento con respecto a la evaluación cuantitativa de las aves analizadas, sí podemos adelantar un primer resultado llamativo desde el punto de vista cualitativo: la ausencia en los registros de los dos últimos inviernos del acentor alpino, una de las especies emblemáticas del macizo de Peñalara. Como ya hemos comentado, es una especie muy confiada y fácil de observar, lo que nos induce a confirmar la tendencia a la reducción de su área de ocupación, sobre todo en esta zona de la sierra de Guadarrama, que supone una de las fronteras de la distribución de la especie. El acentor alpino, ya había desaparecido como especie reproductora en la última década en la sierra de Guadarrama, según el III Atlas de las aves en época de reproducción en España, por lo que la tendencia de la población invernante parece seguir sus pasos.
Considerando que los hábitats supraforestales de alta montaña son bastante estables y no están sujetos a grandes impactos, parece claro que la reducción del ámbito de distribución de la especie estaría directamente relacionada con factores climáticos, bien por oscilaciones interanuales, como las que se han producido estos últimos inviernos, con temperaturas altas, o bien por la influencia global del efecto del cambio climático, especialmente notable en los límites de distribución de la especie, como es el caso de la sierra de Guadarrama.
Fecha de actualización: Febrero de 2025