Por la conservación: ata tu mascota
El Parque es un espacio natural para disfrutar, pero hay que compartirlo con la fauna silvestre, el ganado y con el resto de visitantes. Recuerda que eres el responsable del comportamiento de tu perro y de los daños o accidentes que ocasione.
El artículo 42.5 del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama señala que “Se consideran incompatibles las siguientes actividades… La entrada o presencia de animales de compañía o mascotas sueltos, así como su abandono”.
¿Por qué los perros no pueden deambular sueltos?
- Por respeto hacia el resto de los visitantes.
- Para evitar molestias a la fauna silvestre.
- Pueden ser un vector de transmisión de enfermedades a través de sus heces o patas, al moverse, por ejemplo, entre los distintos humedales y proceder de otros ambientes, portando esporas de hongos y agentes patógenos que no existen en el Parque.
- En zonas especialmente sensibles, como charcas y humedales, alteran las puestas de anfibios, incrementan la turbidez del agua al remover los sedimentos y aumentan la carga orgánica de las aguas, rompiendo el equilibrio y sus exclusivas condiciones físico-químicas. La prohibición del baño incluye también a los perros.
- A veces molestan al ganado, pudiendo alterar el parto o la gestación de las reses. Además, el ganado perseguido constituye un riesgo para el resto de los visitantes, siendo frecuentes los accidentes por caída o embestida.
- Pueden provocar accidentes con ciclistas.
Estas situaciones se están dando, cada vez con mayor frecuencia en el parque, pero son especialmente graves en el Macizo de Peñalara debido a la abundancia de humedales y su consiguiente fragilidad.
El incumplimiento de esta medida da lugar a las correspondientes denuncias y puede desembocar en importantes sanciones económicas.