Muy malas noticias para nuestros anfibios

salamadra infectadaEn anteriores entradas hemos hablado del impacto que producen en las poblaciones de anfibios los ranavirus  y el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, Bd. Por si esto fuera poco, la nueva especie de hongo quitrío (Batrachochytrium salamandrivorans; Bsal) se está revelando aún mas peligrosa.

En un estudio recientemente publicado se ha monitorizado en Bélgica una población de salamandra común (Salamandra salamandra) durante dos años desde la aparición del nuevo patógeno en Europa. Bsal se ha dispersado ya desde Bélgica a otros países europeos, concretamente, Holanda y Alemania, produciendo una tasa de mortalidad del 100% en los animales infectados y un rápido declive poblacional en la zona. La llegada de Bsal ha provocado el colapso de la población de salamandras y, tras unos años, no hay ningún síntoma de recuperación. Dado que Bsal produce mayoritariamente la mortalidad de los ejemplares adultos en edad reproductiva, el declive poblacional se produce muy rápido al no existir reclutamiento de nuevas generaciones. El contagio de la enfermedad se produce, fundamentalmente, cuando los animales tienen un contacto más estrecho, esto es, durante las disputas de territorio en la época reproductiva.

090 02 distribucion BSalDistribución actual conocida de Batrachochytrium salamandrivorans en Europa (https://bsalinfoeurope.wixsite.com/eubsalmitigation2017)

Bsal presenta esporas móviles como su especie hermana, Bd. Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que, además, Bsal presenta esporas de resistencia, lo que complica enormemente su eliminación. Este tipo de esporas son capaces de permanecer hasta 200 días en el suelo y, además, al flotar en el agua podrían adherirse a las patas de aves acuáticas y dispersarse a través de largas distancias.

muerto BsalAunque Bsal sólo produce mortalidad en urodelos, también es capaz de infectar anfibios anuros. Sin embargo, en los anuros Bsal no resulta letal, por lo que estos actúan como reservorios de la misma, jugando un papel muy determinante en la dinámica de la enfermedad al transmitir la enfermedad a los urodelos.

El futuro de los anfibios no es para nada alentador, y la llegada de Bsal a Europa supone un golpe terrible para la conservación de anfibios. Debemos seguir investigando cómo hacer frente a las enfermedades emergentes de anfibios, pero la mejor de las herramientas disponibles sigue siendo a prevención. Para impedir que este, y otros patógenos, se dispersen por el mundo debemos controlar de forma efectiva el comercio de animales y ser conscientes de que nosotros somos, precisamente, el principal vector de transmisión. La diseminación de estos patógenos avanza más rápido que la investigación sobre cómo mitigar sus efectos, por lo que debemos ser conscientes de la complejidad de la gestión de estas enfermedades y facilitar las labores de control como posibles vectores de dispersión del problema que somos.