El sol sale para todos… pero no todos los anfibios responden igual a las enfermedades
Equipo SOS Anfibios Guadarrama
Años de investigación, y laboriosos experimentos de campo y laboratorio, se resumen en publicaciones científicas de pocas páginas como nuestro nuevo artículo que acabamos de publicar en la revista Diseases of Aquatic Organisms.
Para entender la dinámica de la enfermedad en toda la comunidad de anfibios es necesario conocer la respuesta de cada una de las distintas especies presentes y su importancia en la transmisión de la infección. En última instancia, esto es vital para diseñar estrategias de gestión que minimicen los brotes epidémicos y mejoren los programas de reintroducción. Por suerte, la rica y compleja comunidad de anfibios del macizo de Peñalara, nos ha permitido desarrollar una serie de experimentos destinados a este fin.
En un primer experimento, estudiamos si las larvas de sapo partero actúan como “amplificadoras” de la infección, es decir, haciendo que sea más intensa o incrementando su prevalencia en otras especies con las que conviven. Para ello, instalamos una balsa flotante en la Laguna Grande de Peñalara, con diferentes recipientes perforados para permitir la entrada de agua de la laguna, y donde alojamos larvas de sapo partero y de sapo común en diferentes densidades. Resultó que, aunque las larvas de sapo común se infectaron aun en ausencia de las de partero (es decir, mediante las zoosporas del hongo presentes en el laguna sin que existiese contacto directo con un anfibio infectado), las larvas de sapo común se infectaron mucho más cuando estaban alojadas con larvas de sapo partero, indicando el papel de ‘amplificador’ de la infección de estas últimas.
En un segundo experimento, también en la Laguna Grande, investigamos si las distintas especies de anfibios de Peñalara difieren en la probabilidad y la intensidad de su infección cuando están en contacto con larvas de sapo partero. Aunque no encontramos diferencias significativas entre la distintas especies, hay que señalar que este experimento se refiere sólo a larvas del año, mientras que las especies que presentan larvas invernantes si que presentan mayores cargas y probabilidad de infección.
En el último experimento, esta vez en el laboratorio, estudiamos, además de la respuesta del resto de las especies a la presencia de larvas de sapo partero infectadas, las diferencias en el desarrollo de la infección de estas últimas en función de la especie con la que convive. Así, pudimos comprobar que las larvas de sapo partero aisladas de otras especies presentaban niveles de infección más bajos que aquellas alojadas con otros hospedadores, lo que indica que las otras especies también amplifican la infección a las larvas del sapo partero, aunque en menor medida.
Aunque a primera vista no resulte sencillo entender cómo estos resultados pueden ayudarnos a luchar contra el hongo, lo cierto es que el conocimiento detallado de la dinámica de la enfermedad en toda la comunidad nos está siendo de gran ayuda para diseñar nuevas estrategias de mitigación basadas en la retirada, o el control, de especies concretas.
Si queréis más detalles sobre el tema, podéis descargaros el trabajo aquí o pedirnos una copia directamente por